Google Stadia: análisis y opinión sincera tras 2 semanas de uso

A finales del mes pasado recibí mi pack “Premier Edition” de Google Stadia con todo lo necesario para empezar a darle caña a este nuevo servicio de videojuegos en la nube. La verdad es que las criticas que está recibiendo la plataforma de Google están siendo bastante contradictorias: algunos expertos lo catalogan como el mayor fracaso que se recuerda en el mundo del gaming, mientras otros lo adoran y caen rendidos a sus pies. ¿A quién hacemos caso?

Google Stadia en análisis, ¿es este el futuro del gaming?

En situaciones así lo mejor es probarlo por uno mismo, y eso es precisamente lo que hemos hecho. En este sentido, debo admitir que mis expectativas han pasado por varias fases: al principio estaba eufórico, luego me llevé una decepción bastante fuerte en los primeros días de uso, y poco a poco he ido cogiéndole el tranquillo hasta cimentar la opinión que tengo hoy del sistema: una plataforma revolucionaria (y exigente) llamada a cambiar para siempre el mundo del gaming, pero que todavía cuenta con varias aristas por pulir.

Y cuando hablo de “aristas”, no solo me refiero a aquellos aspectos a mejorar por parte de Google: hay factores que afectan a la experiencia de Stadia que son completamente ajenos al servicio y que desgraciadamente tienen mucho más que ver con los tiempos en los que vivimos y los elementos que aporta el propio usuario (conexión a Internet, hardware) que con la plataforma en sí.

Esto hace que la experiencia con Stadia sea completamente subjetiva. Para algunos puede ser tanto una auténtica maravilla como un verdadero desastre disparatado e inservible, siendo ambas opiniones igual de válidas (siempre que estén correctamente razonadas y justificadas, claro). Pero vayamos por partes y veamos en qué consiste este pequeño gran invento.

El hardware

La magia de Google Stadia es precisamente esta: el hardware. O mas bien, la ausencia del mismo. La gran marca diferencial de Stadia respecto al resto de consolas “físicas” es que no es necesario comprarse ninguna videoconsola, ya que todo el hardware necesario para ejecutar los juegos se encuentra en los servidores remotos de Google. De esta forma, en teoría, el único requisito indispensable es contar con una conexión a Internet.

Ahora bien, como todos sabemos las consolas también necesitan un mando o gamepad, así como una pantalla donde poder ver “qué es lo que ocurre” en el juego. Aquí Stadia ofrece varias alternativas jugables:

  • Chromecast Ultra + Mando Stadia
  • Teléfono móvil (actualmente solo smartphones Pixel 2, 3 y 4) + Mando Stadia (también compatible con los mandos de Xbox One y PS4)
  • PC (via navegador Chrome) + Mando Stadia (también compatible con otros controladores via USB, así como teclado y ratón)

Nota: para poder jugar también es necesario que instalemos la app de Stadia.

Google ha anunciado que en el futuro también se podrán utilizar otros smartphones además de los Pixel, aunque por ahora estas son todas las pantallas y mandos compatibles con el sistema.

Para hacer este análisis, hemos adquirido el paquete Premier Edition (129 euros en la tienda de Google), el cual incluye un Chromecast Ultra y un mando de Stadia color blanco, así como un código de acceso para poder utilizar la plataforma, y una suscripción de 3 meses a Stadia Pro para poder jugar (que al final es de lo que se trata).

Aviso: actualmente la única forma de acceder a Stadia es con uno de estos códigos de acceso que vienen junto al combo de Chromecast+Mando, por lo que, a menos que algún amigo nos regale un Buddypass para probar el servicio, tendremos que pasar por caja de manera irremediable. A partir del año que viene podremos acceder a Stadia de manera gratuita, pero por ahora el mantra ese de que no hay que gastarse dinero en la consola no deja de ser una verdad a medias.

Mando de Stadia

El gamepad oficial de Stadia es el controlador más recomendado para jugar a los juegos de la plataforma. Su acabado sin duda es de calidad y se nota que la fabricación está muy cuidada. Al tacto parece estar hecho de un material que se asemeja más a la cerámica que al típico plástico que vemos en la mayoría de controladores de hoy en día.

Los botones tienen una pulsación agradable, y tanto las dos “setas” frontales como los gatillos traseros realizan un recorrido satisfactorio. Lo que no es tan satisfactorio es la cruceta, la cual ofrece una sensación de “botón” en lugar de la típica guía direccional. Esto hace que aquellos que estén acostumbrados a usar la cruceta para hacer combos en los juegos de lucha se encuentren con dificultades a la hora de encadenar movimientos, ya que la transición entre entre “abajo-derecha” o “abajo-izquierda”, etc. no se realiza de forma fluida y parece que estemos pulsando dos botones de manera separada. No se si me estoy explicando muy bien, pero la sensación es bastante extraña, especialmente en juegos de lucha tipo Street Fighter.

Para terminar, también hay que decir que el mando de Stadia incluye carga vía USB tipo C, un botón para invocar al Asistente de Google (que por ahora no está operativo) y otro botón nativo para tomar capturas de pantalla en cualquier momento. A destacar también la función de vibración del gamepad, varios niveles por encima del clásico Dual Shock de la PS4.

Chromecast Ultra

El segundo dispositivo recomendado para jugar a Stadia es el Chromecast Ultra. Esta revisión del Chromecast convencional cuenta con la particularidad de que incluye una entrada Ethernet para poder conectarnos a Internet en las mejores condiciones posibles (por supuesto, también funciona via wifi).

Lo bueno de este segundo accesorio incluido en el paquete de Stadia es que no deja de ser un dispositivo multimedia, lo que significa que también podemos darle un segundo uso y utilizarlo para ver Netflix, videos de YouTube y demás en la TV. Si al final no te convence Stadia siempre puedes consolarte con esto.

Streaming / Jugabilidad

Aunque estamos ante un servicio de streaming en toda regla, lo cierto es que Stadia no tiene nada que ver con otras plataformas como Netflix, HBO o Prime Video. En el caso de estos últimos, la naturaleza de sus servicios les permite hacer buffering, de tal forma que si hay algún corte en la conexión o la velocidad de descarga se resiente, esto no afecte a la calidad del contenido.

En Stadia, sin embargo, nada de eso es posible. La información debe viajar desde el mando del jugador a los servidores de Google, y de ahí a la pantalla donde se está reproduciendo el juego, todo ello “casi” en tiempo real y de manera prolongada para que no haya ningún tipo de input lag.

Esto inevitablemente exige una conexión potente, pero también nos obliga a que tengamos una red en la que no haya cortes o bajadas de señal. Durante las 2 últimas semanas he puesto a prueba el sistema utilizando la configuración estándar de mi red casera (potencia contratada de 100Mb), sin retocar ningún ajuste en el router ni en la app de Stadia, y estos han sido los resultados:

  • TV+Chromecast+Mando Stadia via wifi (router en otra habitación): Aquí la experiencia de juego ha sido muy mala, repleta de pixelados cada 2 por 3, con contenido borroso y entrecortado. Si juegas a Stadia de esta forma, seguramente se te quiten las ganas de volver a tocar el sistema. Incluso cambiando el consumo de datos desde la app de Stadia el resultado es simplemente nefasto (en esta misma TV, Netflix y demás apps de streaming funcionan a la perfección, lo que demuestra que el nivel de exigencia en este caso es muchísimo mayor).
  • Teléfono Pixel+Mando Stadia via wifi (router en otra habitación): En este gameset hemos utilizado un móvil Pixel 3A conectándole el mando de Stadia via USB, y jugando a través de la app de Stadia. Parece que en esta ocasión la fluidez mejora un poco, pero sigue habiendo muchos pixelados, y los juegos de peleas como el mencionado Samurai Shodown dejan bastante que desear. Sin duda, el hecho de que estemos conectados vía wifi y que el router esté en otra habitación está lastrando muchísimo la experiencia de juego.
  • TV+Chromecast+Mando Stadia via wifi (router en la misma habitación): Esto ya es otra cosa. Una vez nos hemos movido a la misma habitación donde se encuentra el router la calidad del sistema ha dado un giro de 180 grados. Hemos conectado el Chromecast Ultra a un monitor, hemos sincronizado el mando, y la jugabilidad es simplemente excelente. No solo no hay lag (yo al menos no lo noto), sino que todo fluye como la seda incluso con el nivel de calidad de imagen puesto al máximo. Los juegos cargan muy rápido sin apenas tiempos de espera, y lo mejor de todo es que al no haber instalaciones de discos físicos de por medio, podemos empezar a jugar tan pronto adquirimos el juego en la tienda de Stadia. Entiendo que conectando una toma Ethernet al Chromecast la conexión será mejor, pero en estos momentos con conectarnos vía wifi resulta más que suficiente.
  • PC (Google Chrome)+Mando Stadia (conectados via cable Ethernet): Sorprendentemente, aunque ahora estoy jugando mediante una conexión a Internet por cable, la experiencia en PC se resiente sobremanera mostrando cortes, lag e imágenes borrosas cuando jugamos a través del navegador. Esto nos demuestra que la conexión no lo es todo, y si nuestro navegador Chrome no está limpio y ligero como una pluma tampoco vamos a poder disfrutar de una experiencia aceptable. Aquí las soluciones pasarían por desinstalar cualquier extensión para el navegador, así como borrar archivos temporales, actualizar todo lo que sea necesario e incluso formatear el equipo en un caso extremo.

Con todas estas pruebas lo que hemos sacado en claro es que Stadia tiene 2 requisitos indispensables que debemos cumplir si queremos disfrutar del servicio tal y como ha sido diseñado por Google:

  • Contar con una conexión a Internet potente y sin cortes. Google recomienda un mínimo de 10Mbps, pero al menos en mi caso he necesitado bastante más que eso para poder jugar con unos buenos gráficos y sin cortes de ningún tipo. Si tenemos un cable Ethernet, sin duda deberíamos usarlo (si no, vamos a tener que desplazarnos hasta la misma habitación donde está ubicado el router de casa).
  • Disponer de un dispositivo de reproducción limpio y fluido. Si la pantalla desde donde vamos a jugar es la de nuestro PC, debemos asegurarnos de que el equipo no se ralentiza ni tiene problemas de sobrecarga. Cualquier inconveniencia de este tipo afecta también a Stadia, ya que no deja de ser una aplicación web que se está ejecutando desde el navegador. Sin duda la experiencia funciona mejor cuando estamos utilizando productos de la propia Google, como el Chromecast Ultra o la app oficial de Stadia para móviles.

En resumidas cuentas, si hablamos de la jugabilidad como tal, ésta es realmente buena. Pero eso sí, nos tenemos que asegurar de que cumplimos los requisitos necesarios. Eso que nos han querido vender de que podemos jugar en cualquier lugar y en cualquier momento solo es cierto si nos movemos en entornos controlados donde las condiciones son mínimamente óptimas. Ahora bien, cuando todo está en su sitio, el servicio es una verdadera maravilla de la tecnología.

Juegos

Casi diría que este es el punto menos importante, teniendo en cuenta que estamos hablando de un sistema de juego que llega para revolucionar el mundo del gaming como tal. Pero, ¿qué es una consola sin videojuegos? Pues probablemente algo parecido a lo que es Stadia en estos momentos.

La plataforma actualmente cuenta con 26 títulos en su haber, y aunque son juegos de calidad indiscutible sí que se echa en falta que hubieran incluido alguna novedad o exclusivo más, aparte del interesante GYLT, desarrollado por el estudio madrileño Tequila Works. Con la suscripción a Stadia Pro actualmente podemos jugar a Samurai Showdown, Tomb Raider: Definitive Edition, Destiny 2 y a Farming Simulator 19 (este último no se si lo han subido en plan “broma”, pero ya les vale…).

Personalmente, no tengo ningún problema con los juegos, ya que los 4 que se incluyen de forma gratuita no los habia probado y por tanto tengo varias horas de juego hasta que saquen cosas nuevas, pero el hecho de que el resto de juegos que están a la venta tengan el mismo precio que cuando salieron al mercado, teniendo en cuenta que algunos son títulos que tienen ya un tiempo, resulta cuanto menos frustrante. Podría comprarme el GRID, que acaba de salir hace poco, pero está a 70 eurazos (cuando en PS4 lo puedes encontrar ya por 40€).

En ese sentido, sería interesante que Stadia fomentarse el uso de su plataforma añadiendo nuevos juegos a precios más razonables, si no corre el peligro de que la gente se centre solo en el modelo de suscripción mensual (y esta no es una idea demasiado atractiva para que el resto de compañías se animen a desarrollar catálogo para la plataforma, la verdad).

Conclusiones

Google Stadia es el primer paso hacia la desertización de los juegos físicos en el mercado del gaming. Las piezas necesarias para armar el puzle están ahí, y todo apunta a que podría ser el germen de una nueva forma de entender la industria del entretenimiento.

Sin embargo, Google no lo tiene tan sencillo como Netflix, y aquí es donde reside el verdadero talón de Aquiles de Stadia: tiene una máquina muy potente (GPU de 10.7 teraflops) y ha conseguido esquivar el input lag de manera prodigiosa, sí. Pero hay algo que se escapa completamente del control de Google: la calidad de la conexión y las infraestructuras actuales, unos agentes que juegan un papel primordial en el buen funcionamiento de su consola.

Por tanto, ¿es Stadia un mal sistema? En absoluto. ¿Merece la pena comprar el mando y un Chromecast Ultra? Si tienes una buena conexión de la que poder tirar, adelante. Ahora bien, al menos por ahora tampoco la recomendaríamos como consola principal, ya que el catálogo es bastante reducido y un poco caro, en cuyo caso nos saldría bastante más económico a corto plazo comprarnos una PS4 o una Xbox One.

En definitiva, un dispositivo con sus luces y sus sombras, que parte de una idea interesante aunque un poco precipitada. El éxito sin duda dependerá de lo que hagan con la plataforma a partir de ahora. ¿A vosotros qué os parece Google Stadia?

¿Tienes Telegram instalado? Recibe el mejor post de cada día en nuestro canal. O si lo prefieres, entérate de todo desde nuestra página de Facebook.

$config[zx-auto] not found$config[zx-overlay] not found